Me cabe la vida en
la palma de las manos,
si es en forma de libro.
Lleno de aire mis pulmones
y exhalo las letras con tinta
en forma de suspiro.
Juego y me divierto…
Con mis miedos y mis infiernos,
con mis ilusiones y mis sueños.
A esos versos les debo el espacio
que me han dejado en el pecho.
No soy escritor. Poeta ni lo intento.
Soy un lector aficionado que disfruta
dándole salida a los castillos y ruinas
de mis decisiones. Acertadas o no.
Siempre, con el corazón de firma.